Si me proponen hace unos meses dirigir una obra de teatro radiofónico online, probablemente me habría reído, o habría contestado que el teatro, o se hace cuerpo a cuerpo, o no se hace.

Lo que no me esperaba hace unos meses, tampoco, era encontrarme con los teatros de Londres, una de las ciudades con mayor producción e inversión en artes escénicas, cerrados a cal y canto, si no para siempre, al menos para un rato largo. Tampoco me esperaba ser testigo de tantos sueños, proyectos e incluso vidas, totalmente truncadas.

Pero ya he llorado mucho. Ya me he dado demasiados cabezazos contra un muro. Ahora, más que nunca, necesitamos de las artes para enriquecer el espíritu, para construir, para pensar nuevos escenarios (nunca mejor dicho), sin que se nos caiga el alma a los pies.

¿Echo de menos la sala de ensayo? Si. ¿Echo de menos el vibrar compartido del encuentro teatral? Si. ¿me gustaría, abrazar a mis actrices después de una jornada intensa de trabajo? También. Ensayar, incluso presentar una pieza a través de zoom, como muchas de nosotras estamos haciendo ahora; no es, o espero que no sea, la nueva forma de hacer teatro. Sin embargo, para muchas de nosotras, hoy por hoy, es la única que tenemos disponible para seguir haciendo lo que amamos. No es resignación, es resiliencia.

P.D: Esto es posible en gran parte, porque trabajo de la mano de Iacopo, un co-director generoso y apasionado; y por supuesto, con unos actores que son …¡Imparables!

Muy pronto, estrenamos: “Mirandolina, The Mistress of The Inn”

+info en : https://www.kdctheatre.com/